
El divino Orfeo de Pedro Calderón de la Barca es una obra que destaca en el género del auto sacramental, fusionando mitología clásica con simbolismo cristiano. Calderón, nacido y fallecido en Madrid (1600-1681), utiliza su maestría literaria para explorar temas de trascendencia, fe y redención a través de la figura mítica de Orfeo. La obra inicia con una presentación que nos recuerda la turbulenta juventud de Calderón, su negativa a seguir una carrera eclesiástica y su eventual inmersión en el teatro, donde alcanzó la fama por sus más de ciento veinte piezas teatrales y alrededor de setenta autos sacramentales. El divino Orfeo se presenta como un testimonio de su habilidad para entrelazar lo divino con lo humano, lo mítico con lo espiritual. En este auto, Orfeo, interpretado como un símbolo de Cristo, emprende una misión divina para rescatar a su esposa Eurídice del inframundo, representado por Plutón. Esta narrativa refleja el mito clásico de amor y pérdida y lo reinterpreta en un contexto cristiano, donde Orfeo representa la redención y el sacrificio divino. La obra está poblada por personajes simbólicos como Aqueronte, Aristeo, el Amor, Albedrío, y Eurídice, cada uno aportando a la rica escritura alegórica que Calderón teje para discutir la naturaleza de la fe, el pecado, y la salvación. El uso del lenguaje por Calderón es especialmente notable, combinando poesía elevada con diálogos profundos que desafían al espectador o lector a reflexionar sobre los misterios de la fe y el poder redentor del amor divino. El desenlace de la obra, donde Orfeo logra, a través de su música celestial, conmover a las fuerzas del inframundo y reclamar a Eurídice, no sin antes enfrentar una condición que pone a prueba su fe y obediencia, resuena con el tema universal del poder salvífico del amor y la gracia divina. El divino Orfeo es una obra que, más allá de su contexto histórico y mitológico, ofrece al lector moderno una meditación sobre la esencia misma del espíritu humano y su relación con lo divino. Con su rica simbología, Calderón invita a una reflexión profunda sobre la vida, el amor, y la posibilidad de redención, haciendo de esta obra un clásico imperecedero del Barroco español y de la literatura universal.
Author

Pedro Calderón de la Barca y Henao was a dramatist of the Spanish Golden Age. Calderón initiated what has been called the second cycle of Spanish Golden Age theatre. Whereas his predecessor, Lope de Vega, pioneered the dramatic forms and genres of Spanish Golden Age theatre, Calderón polished and perfected them. Whereas Lope's strength lay in the sponteneity and naturalness of his work, Calderón's strength lay in his capacity for poetic beauty, dramatic structure and philosophical depth. Calderón was a perfectionist who often revisited and reworked his plays, even long after they debuted. This perfectionism was not just limited to his own work: many of his plays rework existing plays or scenes by other dramatists, improving their depth, complexity, and unity. (Many European playwrights of the time, such as Molière, Corneille and Shakespeare, reworked old plays in this way.) Calderón excelled above all others in the genre of the "auto sacramental", in which he showed a seemingly inexhaustible capacity to giving new dramatic forms to a given set of theological constructs. Calderón wrote 120 "comedias", 80 "autos sacramentales" and 20 short comedic works called "entremeses"