
La escritura como acto necesita superficies sólidas que sostienen y contienen a la palabra poética. Si este soporte se cambia y se traslada al agua, el trazado se difumina y se vuelve impreciso; la palabra queda entonada en lo alto de una letanía de remembranza. ¿Qué es lo poético sino el rescate de este canto? En Escrito sobre el agua la poesía de Macarena Urzúa vuelve como una recuperación del momento preciso, eclipsado por el presente, en el que comprendemos la escritura desde un devenir femenino. no por nada el agua le ha pertenecido simbólicamente a la mujer. Escrito sobre el agua posee en sí la transformación inherente de un viaje donde se va dejando atrás lo que ya no flota. Y que permite, además, convertir el oficio en una búsqueda de lo que es propio de los ríos, los ciclos y el orden de las mareas: el movimiento. Paula Ilabaca