
«A veces odiaba ver fantasmas». Irlanda, 1997. Bree regresa con su madre al pueblo de su infancia en busca de algo que les ayude a olvidar el dolor de la muerte de su padre. No obstante, la casa no resulta ser el refugio que esperaba: en medio de la oscuridad, las bombillas se rompen solas, en los espejos aparecen palabras y en las habitaciones se cuela un frío sobrenatural. Es posible que, como su amigo Adam le asegura, tenga el don de percibir presencias extrañas. Pero a ella le recuerda más a una maldición. A fin de cuentas, a todo el mundo lo persiguen sus propios espíritus… y los de Bree no son invisibles. «Ya no sabía qué fantasma me asustaba más: el que habitaba la casa o el que habitaba nuestra piel. No sabía cuál nos mataría primero».
Author

Beatriz Esteban Brau (Valencia, 1997) es graduada en Psicología y actualmente compagina sus estudios de máster con su carrera como escritora, además de impartir charlas sobre literatura y salud mental tanto en institutos como en universidades. Su primera novela, Seré frágil (Editorial Planeta, 2017) quedó finalista en el X Premio Literario Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes. En 2018 ganó la segunda convocatoria del Premio Ripley de ciencia-ficción y terror con el relato Niña caducada, publicado por Triskel Ediciones, y publicó Aunque llueva fuego (La Galera, 2018), una novela sobre el perdón y la resiliencia ambientada en la Francia de los años 50. Un año más tarde salió su libro Presas (Nocturna, 2019), ambientado en una cárcel y que profundiza temas como la deshumanización. En 2020 publicó dos novelas: Las voces del lago (Nocturna) transcurre en un pueblo de Irlanda donde una joven es capaz de ver fantasmas; y Donde no haya niebla (La Galera), ambientada en los años 80, que narra la historia de una joven capaz de leer la mente en busca de un lugar donde sentirse segura. www.beatrizesteban.es