
CONTRATAPA: La auto-ficción es el paso de baile más difícil para un escritor que no escribe desde la superficialidad de su ombligo sino desde mucho más adentro, ahí donde las tripas no te dejan de mentirte lo importante. Hay quien empieza por contarse a sí mismo, y casi siempre se pierde en una galería de espejos. Y quien primero inventa mundos y, solo cuando tienen entidad propia, nos muestra los ladrillos, de su propia vida, que usó para levantar esos pasillos por los que ha bailado y la sigue bailando al escribir. Estos cuentos podrían haber formado parte de cualquiera de las novelas de Leonardo Oyola, porque la calidad narrativa alcanza el mismo envidiable nivel, sin perder ni un latido de emoción. Como un paso de rock con la más linda del baile. Aquí aprendemos que una rubia (natural o por vocación) impulsa a cualquiera a ponerle el pecho a los aviones, que un casco de Iron Man otorga licencia para robar, que no hay mejor pelea que la que se hace espalda con espalda con tu padre y con tu abuelo (por hijo de puta que sea), y que se puede ser un forajido aunque te guste Bon Jovi. Ya conocíamos el mundo narrativo de Oyola. Ahora sabemos dónde aprendió esos pasos. Y también por qué cada día los baila mejor. Carlos Salem.
Author

Leonardo A. Oyola nació en Buenos Aires en 1973. Su primera novela, Siete & el Tigre Harapiento (Gárgola, 2005) obtuvo la tercera mención del Premio Clarín-Alfaguara en 2004. Su segundo trabajo, Hacé que la noche venga, será próximamente publicado por Sudamericana. En España, la editorial Salto de Página editó en 2007 su tercera novela, Chamamé, y este año la cuarta: Gólgota. Sus relatos han sido antologados en diversas recopilaciones. Actualmente colabora como crítico cinematográfico para la edición argentina de Rolling Stone.