


Books in series

#1
The Same Sea as Every Summer
1978
Poetic and erotic, El mismo mar de todos los veranos ( The Same Sea As Every Summer ) was originally published in Spain in 1978, three years after the death of Franco and in the same year that government censorship was abolished. But even in a new era that fostered more liberal attitudes toward divorce, homosexuality, and women's rights, this novel by Esther Tusquets was controversial. Its feminine view of sexuality—in particular, its depiction of a lesbian relationship—was unprecedented in Spanish fiction. Now its complex moods and rhythms have been caught in an English translation by Margaret E. W. Jones that has won the Kayden National Translation Award. The disillusioned narrator of The Same Sea As Every Summer is a middle-aged woman whose unhappy life prompts a journey into she past to rediscover a more authentic self. However, events force her to realize that love or trust will inevitably be repaid by betrayal. This pattern assumes various forms in a story that moves forward as well as backward, playing out in Barcelona among the haute bourgeoisie. Richly textured with allusion, The Same Sea As Every Summer is also a commentary on post-Civil War Spanish society by an author who grew up during the repressive Franco regime. Esther Tusquets’s other novels include El amor es un juego solitano (1979) and Para no volver (1985).

#2
El amor es un juego solitario
1979
Tres son los personajes que juegan al juego del amor, que se sumergen en los gozos del erotismo, que intentan vencer sus mezquindades y egoismos, que tratan de huir del hastio y la vacuidad, y de sus miedos a la vejez, la soledad y a no ser amados. Esta hermosa novela esta escrita con una prosa lirica y de gran calado, y fue galardonada con el Premio Ciudad de Barcelona.

#3
Varada tras el último naufragio
1980
Esther Tusquets se reveló en 1978, con "El mismo mar de todos los veranos", como una notable narradora, de una inteligencia poco frecuente en el uso de las modernas técnicas narrativas y una escritura sutil, espléndidamente elaborada, de un refinado lirismo. Era aquella la primera obra de una trilogía que continuó con "El amor es un juego solitario", y concluye en "Varada tras el último naufragio". Cada una de estas novelas puede leerse por separado, y con total independencia de las otras, pero todas obedecen a un mismo propósito, la exploración del tema del amor, despojado de condicionamientos morales o religiosos, y en toda su complejidad; un sentimiento que tanto puede ser exaltación dionisíaca como culto a la belleza, con una terrible y sabia conciencia de su fugacidad, pero también de que «cuando nos deja, la muerte nos alcanza». En "Varada tras el último naufragio", la cegadora telaraña de ese amor, en sus distintos estadios de excitación y fatiga, envuelve a dos parejas, Elia y Jorge, Eva y Pablo, todos ellos en una edad crítica de la vida, los cuarenta años, que suele presentarse con la necesidad imperiosa de apurar los últimos goces, o volver a vivir nuevos amores con la intensidad de los primeros. Y allí también está Clara, una adolescente que entra a la vida, vertiginoso vértice de todos los triángulos posibles.