Quise fingir cuando te vi, pero ya nada desde entonces volvió a ser igual. Un mal cálculo hace que la carta de amor que Lady Michelle Rawlins escribió al impoluto Oliver Archer, termine en manos del peor granuja de Londres Kyle Culpeper, el temiblemente atractivo conde de Winchester, dueño del club Palladium y a quien apodaban "El demonio de East End” por sus conexiones con el bajo mundo. La regordeta Michelle, quien había sufrido toda su vida la burla de sus hermanos y de su padre, por no responder a los cánones de belleza, creía que aquella carta le serviría para liberarse de su familia, porque confiaba que Oliver le propusiera matrimonio al recibirla. Por ello, cuando Kyle la chantajea con revelar su carta al mundo, no tiene más remedio que someterse al conde y sus mandatos inauditos, para proteger de la vergüenza a Oliver. Un error inocente. Un embaucador nato y una florero. ¿Qué podría resultar de este desastre?