¿Una pequeña mentira es capaz de separar para siempre a dos almas gemelas?La vida de James Vernon había cambiado por completo cuando fue rechazado por una dama al no poseer título nobiliario, por lo que viajó a América en busca de una nueva vida y para acumular fortuna. Sin embargo, cuando su hermano mayor fallece repentinamente, él queda como único heredero. Su intención nunca fue regresar a Londres, pero el título necesitaba un nuevo sucesor y con la muerte del conde de Northampton, no le quedó más remedio que volver a Inglaterra y ocuparse del asunto. Meredith Staunton, la mujer que lo había rechazado, seguía sin encontrar un esposo. Estaba desesperada, en la búsqueda de alguien que la salvara de la ruina, cuando el destino la vuelve a colocar frente a James Vernon, y comienza su amargo tormento con una propuesta de matrimonio de parte de dicho caballero. En una lucha de voluntades en las que ambos creen tener la razón, un fuego arrollador los envolverá y consumirá por completo hasta no poder resistirse a la pasión.

¿Faltar a una promesa puede resultar tan grave como para no perdonar al más redimido de los hombres? Edward Lascelles, conde de Harewood, cometió la terrible insensatez de prometerle a una pequeña que se casaría con ella cuando tuviera la edad adecuada, a cambio de guardar su embarazoso secreto. Sin embargo, aquellas palabras que profirió con la intención de salvaguardar el momento y conservar su cabeza junto al resto de su cuerpo, las olvidó de la misma manera en las que las había pronunciado. Lady Deborah Prescott, cuando apenas tenía doce años, recibió su primera propuesta de matrimonio y se dedicó a contar cada uno de los días que faltaban para su presentación, con el único objetivo de reclamarle al caballero su promesa. Decidida a tener una respuesta, no dudó en enfrentar a lord Harewood y recordarle su oferta de matrimonio, pero la respuesta que había recibido le rompió el corazón. Para cerrar aquel capítulo de su vida, le pidió un beso que le permitiera enterrar aquella ilusión.¿Qué podía desencadenar un insignificante beso?