
Contiene "Mala racha", premio Alberto Magno 2000, y "Salir de fase", premio UPC 2000. La humanidad ha cambiado. Los seres humanos son compilados nada más nacer. Sus cerebros se vierten en discos de identidad que luego se introducen en cuerpos diseñados por empresas de arquitectura genética. Estos cuerpos son desechables, intercambiables y están sujetos al capricho de la moda, son un producto de consumo más. En Ío, Dorada James encuentra algo imposible: un disco de identidad que ha sobrevivido intacto entre la lava y las constantes erupciones volcánicas. Y todavía más sorprendente es el hecho de que la persona compilada en ese disco todavía sigue con vida. En Chapitel Luna, Alexander Sara adquiere un cuerpo ilegal de última generación, repleto de todo tipo de armamento. Solo tiene un objetivo en mente: acabar con Ethan Lárnax, el hombre más poderoso de la galaxia, el hombre que asesinó a su amante.
Author

José Antonio Cotrina nació en Vitoria en julio de 1972 y, poco después, se puso a escribir. Y en eso sigue. Comenzó a publicar a principios de los noventa, relatos en su mayor parte. Da el salto a la novela con Las fuentes perdidas (La Factoría de Ideas) en el año 2003. Desde entonces ha orientado su carrera hacia la literatura juvenil, con obras como La casa de la Colina Negra (Alfaguara), la trilogía El ciclo de la Luna Roja y La canción secreta del mundo (Ambas con la editorial Hidra). Tiene varios premios en su haber, entre ellos el UPC de novela corta de ciencia ficción por Salir de Fase, y el premio Alberto Magno, del que ha sido ganador en tres ocasiones. Mezcla sin pudor ni vergüenza la fantasía, la ciencia ficción y el terror, a veces hasta en la misma historia. Sus historias se caracterizan por la importancia de los escenarios, los giros argumentales sorprendentes y por un gusto por lo oscuro y macabro que lo emparentan con Clive Barker, autor del que Cotrina se confiesa seguidor. Su última novela es El fin de los sueños, escrita en colaboración con Gabriella Campbell y publicada por la editorial Plataforma. Ha sido traducido al inglés, al polaco, al checo, al italiano y al chino y canta fatal.